Por Mtro. Víctor Hugo Cabrera Espinosa |
Carlos Maria Abascal Carranza |
Soy profesor de estudiantes universitarios, imparto la materia humanística de “ser humano”, a través de ella, se les enseña a los alumnos: lo que es la dignidad, la madurez, la importancia de las facultades superiores (inteligencia y voluntad), lo que es la auténtica libertad, el sentido de trascendencia, el amor al prójimo, y la responsabilidad social.
Todo ello, para desarrollarlos como excelentes personas que contribuyan al bienestar de la sociedad. La semana pasada un alumno muy perspicaz tuvo a bien preguntarme, ¿profe, qué personaje nos pone como ejemplo de todas estas características que nos ha explicado? ¿es muy difícil vivir esta plenitud, no?
Vaya lío, pude fácilmente darle ejemplos de personajes de la historia que han demostrado la suficiente inteligencia, fuerza de voluntad y entereza para defender, hasta con su vida, la verdad y el bien hacia los demás y por su país. No obstante, presentía que mis alumnos, todos interesados ante la pregunta de su compañero, deseaban que les presentara a un ser humano ejemplar contemporáneo a ellos, ya, yo mismo, hace rato, me he propuesto darles ejemplos que toquen sus vidas por la cercanía y actualidad del testimonio dado.
Por supuesto me di a la tarea de buscarlo, tenía que ser un personaje público que tuviera fuerte influencia para los jóvenes, que hubiera contribuido al bien del país; un político fue mi mejor opción, ya que de suyo, les corresponde llevar a cabo un liderazgo para el desarrollo de las personas y de las comunidades del país. Sin embargo, sabemos bien que no cualquier político es el ejemplo ideal para nuestros jóvenes.
Debería ser también, antes de político, un buen hombre; con convicciones y creencias firmes, con coherencia de vida, con ideales altos y una profunda conciencia y responsabilidad social. Sin temor a equivocarme, lo encontré en la persona de Don José Carlos María Abascal Carranza. Nacido el 14 de Junio de 1949; es un abogado y político mexicano comprometido con su país. Actualmente es Secretario General adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. Fue presidente de COPARMEX.
Presidente de la Fundación para el Desarrollo Sostenible en México (FUNDES). Presidente del Consejo de Administración de Proliber y Vicepresidente del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. En el año 2000 se unió al gabinete del Presidente de México Vicente Fox dirigiendo la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. El 2 de Junio de 2005 se convirtió en Secretario de Gobernación sustituyendo a Santiago Creel.
El liderazgo de Don Carlos Abascal fue siempre de acción positiva para el beneficio de México, como empresario y político contribuyó a la tranquilidad y resolución de los más graves problemas que se fueron presentando durante su gestión.
Hombre sensato que defendió en todo momento: la verdad de la persona humana, la vida del inocente no nacido, la moralidad de los actos humanos, logró re-significar lo que debería ser la democracia y la dignidad del trabajador. Hombre de profunda dignidad por su modo de vida congruente con sus creencias católicas que le exigían el amor al prójimo y la defensa del más necesitado. Una de sus frases dice: “es fundamental recuperar el valor del servicio y de la realización plena del ser humano al servicio a los demás”. Hombre maduro que ante las adversidades de la vida ha sabido responder con inteligencia, voluntad firme y auténtica libertad, conduciendo sus decisiones y actos siempre hacia la verdad esencial de las cosas y al bien objetivo que hace justicia y dignifica a los demás. Hombre que ha forjado su trascendencia por su conducta moral intachable, tutelada con valores y principios católicos: hombre de fe, esperanza y caridad pero también hombre de temple, fortaleza y sabiduría, hombre que ama con pasión la justicia, la solidaridad y el bien social, y la formación humana y moral de los jóvenes.
En sus propias palabras dichas en una conferencia ante universitarios: “jóvenes…no son el futuro de México. Ustedes son presente, no deleguen al tiempo lo que su voluntad y su inteligencia no sepan hacer ahora” y agrega…"tuve el orgullo de servir a mi país y de no tener un proyecto de poder sino uno de servicio, por lo que doy gracias a Dios de haber podido desarrollarlo".
En definitiva, el mejor ejemplo que pude haber encontrado para mis alumnos. Qué al saberlo, quedaron satisfechos con tan insigne personaje.
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