Efrain Gonzales Morfin |
Esperanza
Y porque necesitamos estas tres cosas; verdad, justicia y respeto al derecho, preparación y aptitud técnica para gobernar, por eso también exigimos mantener la esperanza y la confianza en México.
Yo creo que el daño más grave que se ha hecho a muchos jóvenes y adultos mexicanos ha sido asesinarles la esperanza del sufragio efectivo, hacerles considerar como ilusión irreal, como utopía mentirosa cualquier proyecto de reforma honrada para México, cualquier invitación a hacer algo por México. Cuántos, por desgracia, escuchan, con oídos escépticos, la invitación a organizarse y a hacer algo por nuestra patria, porque ya no creen que en México se pueda hacer nada por los bienes de los mexicanos; muchos mexicanos son féretros ambulantes de su propia esperanza y de la esperanza de México. Y hay que pedir, como en una visión célebre, que los huesos se junten y el espíritu los una de nuevo y los cubra de músculos y de carne y surjan ejércitos de mexicanos llenos de esperanza y de voluntad de hacer algo por México.
Identidad, autenticidad
Como México exige verdad, justicia y respeto al derecho de todos, sobre todo de los más necesitados, aptitud, preparación técnica y esperanza confirmada día tras día, por eso el PAN debe contestar a esta cuádruple exigencia, con el respeto más hondo a su propia identidad y a su propia naturaleza. Una admirable descripción de lo que es y debe ser Acción Nacional –la recordarán ustedes- la encontramos en los dos primeros artículos de los Estatutos del partido. Para que México pueda contestar las preguntas, gracias a la colaboración de los mexicanos conscientes, gracias, por lo que no nosotros toca, a la cooperación de Acción Nacional, el partido debe seguir siendo y ser cada día más lo que exige su constitución interna, sus Estatutos y sus Principios de Doctrina. Dicen esos artículos que comento brevemente.
“Acción Nacional es una asociación civil de ciudadanos mexicanos en pleno ejercicio de sus derechos cívicos, constituidos en partido Político Nacional, con el fin de intervenir orgánicamente en todos los aspectos de la vida pública de México, tener acceso al ejercicio democrático del poder y lograr la realización de los principios de nuestra Doctrina”.
Luego, para nosotros, el poder no es algo que se justifique por sí mismo, no nos interesa ni debe interesarnos el poder por el poder, sino el poder como instrumento para servir al pueblo y tratar sinceramente de resolver sus problemas. La política por la política, el poder por el poder, en la práctica significan el poder y la política para los políticos antidemocráticos. Por esto señala el artículo primero de nuestros Estatutos tres principios fundamentales que debemos tratar de realizar mediante el acceso al ejercicio democrático del poder: primer principio, el reconocimiento de la eminente dignidad de la persona y, por consiguiente, el respeto de sus derechos fundamentales y el aseguramiento de las condiciones sociales requeridas por esa dignidad y la instauración de la democracia como forma de gobierno y como sistema de vida.
En más de una ocasión, cuando se critica a Acción Nacional, se dice que somos un partido obsesionado por la democracia hueca, que a nosotros lo que nos interesa es que cambie el 51 por el 49 por ciento, sin que importe nada la cuestión que se esté debatiendo. En realidad, ustedes lo saben muy bien, queremos el respeto para las reglas de la democracia, no porque no nos interesen los problemas de fondo sino porque estamos convencidos de que la única manera digna de seres humanos para discutir y ponerse de acuerdo en la solución de los problemas de fondo, es respetando las elecciones libres y la voluntad real de las personas. Por eso exigimos respeto a la persona y luego a sus derechos fundamentales, a las condiciones sociales que necesita para vivir como persona y a la democracia, como forma de gobierno y como sistema de vida.
Servicio a la Persona Humana
Claramente nos están diciendo los Estatutos que para nosotros la política es el servicio de la persona humana, de su dignidad y de sus derechos fundamentales, de sus exigencias sociales y de su estilo de vida democrático, no la democracia hueca sino la democracia como ejercicio responsable de la libertad para defender el bien de la persona, de la familia y de las comunidades de la patria entera. En Acción Nacional no se entiende la política, si no se relaciona con las necesidades sociales de la persona y del pueblo completos. ¿De qué sirve una política que no es capaz de crear ocupación y trabajo pleno para los mexicanos, decidido desarrollo económico, justa distribución de la riqueza producida en el desarrollo económico, capacidad de que viva como persona, de tal manera que todos tengan la base económica suficiente para poder ejercitar con seguridad sus derechos?
Todos conocemos la trágica experiencia que nos confirma cómo la pobreza y la miseria están sujetas a presiones muy grandes del poder económico; cómo se necesita no sólo difundir los valores espirituales en nuestra patria, sino también los bienes materiales, ya que los mexicanos, como seres humanos, no somos espíritus puros sino espíritus en el cuerpo, personas con cuerpo y alma que necesitan desde luego verdad y justicia, pero también casa, comida, medicina y descanso. Por eso Acción Nacional, partido político en su primer artículo estatutario describe su propia fisonomía como la de un partido que quiere hacer política para llegar democráticamente al poder, exigir el respeto a los derechos de la persona, promover su dignidad, instaurar la prosperidad económica para todos y establecer la democracia, como forma de gobierno y estilo de vida.
Primacía del bien nacional.
Y un segundo principio es el de la primacía del interés nacional sobre los intereses parciales y el orden y la jerarquización de todos los intereses parciales hacia el bien de la nación, y se complementa esta exigencia – tercer principio – con la subordinación , en la política, de la actividad del Estado a la realización del bien común. Persona, supremacía del interés nacional, bien común: tres principios fundamentales que implican la acción del partido y que le permiten contestar a las exigencias que México presenta a todos nosotros.
Si fuéramos un partido que desprecia el bien común, que da preeminencia a los intereses individuales en contra de los intereses de la Nación, que no respeta los derechos fundamentales de la persona, no seríamos capaces de contestar las exigencias de México, que necesita verdad, justicia, aptitud y esperanza; seríamos otro problema más en la vida de nuestra patria, otra carga más sobre los hombros de México ya suficientemente encorvados durante tanto tiempo.
Esto quiere ser Acción Nacional, esto es Acción Nacional, gracias a los esfuerzos de todos ustedes y de todos los miembros del partido en la República, empeñados en mantener la fisonomía de nuestra organización a pesar de todas las dificultades que nos acosan. Y para lograr esto, señala el artículo segundo de los Estatutos una gama amplísima de actividades de Acción Nacional, una serie de medios que nunca debemos descuidar, si le hemos de abrir a Acción Nacional la puerta que necesita para servir eficazmente a México. Para México se señala, como objeto del partido, la actividad cívica organizada y permanente, ya no la actividad transitoria y fugaz de quien llega a apoyar a alguna personalidad y luego se olvida de la política, sino la actividad permanente, la participación en elecciones federal, estatal y municipal y la educación política de sus miembros.
Concientización política
Frente a este desafío gigantesco que, para cada padre de familia, para cada madre de familia, representa la vida pública de nuestra patria como empresa deseducativa, Acción Nacional propone como objetivo fundamental suyo la educación política de sus miembros. Yo creo que esa es una meta que jamás debemos descuidar. Este es el fondo del manantial de nuestra acción política: si fracasamos en nuestra propia educación política como miembros de Acción Nacional, en vez de servir a México contribuiremos a agravar los problemas de nuestra patria; ésta es el alma oculta y definitiva de Acción Nacional, la educación política de los miembros del partido, la formación de su conciencia y de su corazón, la dirección de su conducta, la colaboración amistosa con los demás compañeros, la siembra de verdad, de aptitud, de inteligencia, de amores fundamentales en el corazón de cada miembro de Acción Nacional.
Para esto, Acción Nacional tiene que realizar toda clase de estudios y fomentar programas, ponencias, iniciativas, proposiciones, difundir principios, programas, plataformas, establecer y sostener cuantos organismos hagan falta para obtener sus fines y realizar todos los actos jurídicos que exijan todas la actividades anteriores. Caigamos en la cuenta de que, si Acción Nacional tiene un amplio panorama de actividades, de acuerdo con sus Estatutos, la educación política de sus miembros, la realización de estudios, la difusión de ponencias, programas y propaganda, todo debe contribuir a que nuestra acción política esté cada vez más bien orientada, más bien basada en nuestro conocimiento de la realidad de México.
Camaradería castrense
Ustedes saben, amigos y compañeros, que en el partido puede y debe haber y hay trabajo para todos, hay trabajo para el que quiera dedicarse a realizar estudios y hay trabajo para el que se sienta más llamado a la actividad inmediata de organización; hay trabajo para el que dispone de mucho tiempo en el trato con los demás, en los viajes, y también hay trabajo para el que quiera llevar una vida más recogida y de menos relación con las circunstancias propias. Lo importante es que todas las actividades que realicen los miembros de Acción Nacional las aceptemos con espíritu positivo y espíritu de unión, y que el que se dedica a la actividad de organización no diga que de nada sirve el pensamiento y el que se dedique al pensamiento y a la elaboración de estudios y documentos en Acción Nacional no desprecie a su compañero que se dedica a la actividad de organización o de propaganda. Recordemos que debemos ser cuerpo solidario, un cuerpo unido con identidad de convicciones y por afecto, un cuerpo con camaradería castrense, por amistad de gente que se dedica a luchar por su patria. En esta empresa hay trabajo para todos los mexicanos con buena voluntad.
No caigamos en el error de pensar que solo vale la pena hacer lo que a cada uno de nosotros nos guste; vale la pena hacer todo lo que conduzca al bien de nuestra patria, y es enorme, infinito el panorama de tareas que México necesita para su propio bien.
Partido y gobierno
Quisiera terminar señalando el tercer aspecto que mencioné al principio. Esta asamblea, ¿qué significa frente a las exigencias de México y a las condiciones de las respuestas de Acción Nacional? Es ya una primera demostración práctica de una gran verdad de la realidad de México: está con nosotros el presidente municipal de Tehuacan, autoridad legítimamente electa por el pueblo, y estoy ante ustedes como dirigente de un partido político. Y el señor presidente municipal y su servidor nos encontramos con respeto mutuo, con reconocimiento de nuestro puesto y de nuestras funciones respectivas, sin que yo pretenda subordinar el gobierno municipal al partido, ni el señor presidente considere que el partido debe ser instrumento del ayuntamiento. Estamos practicando todos, con sencillez, una de las exigencias básicas del partido, y no en teoría sino como realización de la vida diaria: la independencia, la distinción real que debe haber entre partido y gobierno.
Cuántas veces nuestra crítica en contra del partido oficial se centra en su identidad con el gobierno. Este es un punto fundamental que debe estar cada vez más claro en la conciencia de todos los miembros del partido: el partido es la organización que encuadra, que orienta la voluntad de los ciudadanos para llevar a nuestros candidatos a los puestos públicos, para hacer que lleguen al gobierno, sobre la base de la elección popular, porque todo poder viene del pueblo, del consentimiento libremente manifestado del pueblo, y el partido organiza la voluntad política del puebla para llevar a los candidatos mediante el triunfo democrático al puesto público. Pero, en el puesto público, el candidato de Acción Nacional es gobernante de todo el pueblo, y no llega al puesto público para servir fines partidistas y Acción Nacional exige, en sus Principios de Doctrina y en sus programas, que, si el esfuerzo político para triunfar lo tiene que hacer el partido, el ejercicio del candidato triunfante no es en servicio del partido sino en servicio del pueblo.
Principio fundamental de independencia y, al mismo tiempo, de relación respetuosa y jerarquizada y en beneficio del bien común nacional: es superior la jerarquía de la autoridad municipal a la autoridad dentro del partido, y es una satisfacción para las autoridades del partido reconocer autoridades municipales legítimas que llegaron al puesto público por el esfuerzo realizado en Acción Nacional, por la ciudadanía libre. Creo que al irse multiplicando estas experiencias positivas en nuestra patria, y si hemos cumplido las funciones que señalan nuestros Estatutos, seremos cada vez más partido dedicado a la educación cívica de sus miembros y del pueblo, al ejercicio democrático del poder para garantizar la dignidad de la persona, los derechos humanos, los derechos sociales, la democracia, como estilo de vida y forma de gobierno.
Les agradezco, amigos y compañeros de Tehuacan, su invitación y les reitero el profundo convencimiento de que la presencia con ustedes en este acto de democracia interna de Acción Nacional es fuente constante de renovación interior, de estímulo en la lucha por México, de confirmación de vínculos fraternales, en esta tarea inacabable de Acción Nacional.
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