Discurso de Manuel Gomez Morin

TRANSCRIPCION DEL DISCURSO DE JUAN MANUEL GOMEZ MORIN, PRONUNCIADO EN EL CENTRO CIVICO DE CIUDAD SATELITE, EN NAUCALPAN, EDO. DE MEXICO EL 22 DE FEBRERO DE 1994.

Manuel Gomez Morin

 El pasado mes de enero, Luis Santos de la Garza, antiguo y distinguido panista en Monterrey publicó una muy buena y amena semblanza de Manuel Gómez Morin en la que transcribe el discurso de Gómez Morin en el Colegio electoral de 1946 para atender su caso como candidato a Diputado Federal por su distrito natal el de Parral, Chih.

 El dictamen que se presentó en ese Colegio que para variar y a final de cuentas fue aprobado, propuso la nulidad de las elecciones por las irregularidades que se habían cometido, naturalmente sin explicar que el causante de esas irregularidades era el Partido Oficial que, precisamente en esas elecciones, estrenó el nombre del PRI, antes, como todos sabemos, se llamaba Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y a principios de 1946, le pusieron Partido Revolucionario Institucional.

Iba yo a decir: lo bautizaron, pero al PRI nunca le ha caído la gracia de las aguas bautismales y tampoco le ha caído la limpieza de las aguas de la democracia.

Volviendo al Colegio Electoral del 46, el diputado del PRI, mejor dicho, el presunto diputado del PRI que apoyó el dictamen fue un conocido polemista, Ramón Santoyo le atribuyó a Gómez Morin, son sus palabras textuales, un infortunado amor a la política. No, le contestó Gómez Morin, no es amor a la política, es amor a México. Estas palabras explican la razón de ser de Acción Nacional. El amor a México debe concretarse en la acción política y ésta, la política, debe tener como fundamento, el amor a México.

Son dos aspectos, dos vertientes de una misma cuestión, el amor a México, el verdadero patriotismo no puede quedarse en lo meramente emotivo y sentimental, en el grito entusiasta de Viva México, en la nostalgia de "México lindo y querido", en el júbilo de las fiestas patrias, en el gusto o en el tumulto y en el ondear de banderas en el Ángel de la Independencia. No es suficiente.

La política no puede reducirse a la lucha por el poder y mucho menos a la competencia por los puestos públicos. El patriotismo y la política deben estar encaminados a lograr la patria ordenada y generosa y la vida mejor para todos como lo proclama el lema de Acción Nacional.

Es cierto que los estatutos del partido, el artículo primero de los estatutos menciona como uno de los fines del PAN el tener acceso al poder. En realidad, el acceso al poder es una finalidad de todo partido político, pero acceder al poder no de cualquier modo, sino, dice el artículo primero, interviniendo en todos los aspectos de la vida pública de México orgánicamente, es decir, en forma permanente, pacífica y organizada.

También precisan los estatutos que al tener el poder, éste debe ser ejercido democráticamente y no para cualquier propósito, sino precisamente para lograr el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y el respeto a sus derechos fundamentales.

La subordinación de todas las actividades, de las personas y del Estado al bien común, el reconocimiento de la prominencia del interés nacional sobre los intereses parciales por legítimos y respetables que sean y la instauración de la democracia como forma de gobierno y como sistema de vida. Un gobierno y un Estado, por lo tanto, que sean, para usar la fórmula clásica: del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Este artículo primero de los estatutos y el que le sigue, el segundo, deberíamos saberlos de memoria todos los panistas y conocerlos a fondo, porque en un par de páginas expresan el ser de Acción Nacional y el quehacer de sus miembros.

El mensaje central del civismo, la necesidad de que los ciudadanos nos organicemos para participar en la vida pública con conocimiento de la realidad de México, de su historia, de sus valores, de sus esencias, de sus carencias y de sus problemas. Con conocimiento también de los postulados, los programas y los actos concretos para remediar las primeras y resolver los segundos y con los medios y las acciones para poner en marcha esos programas.

Y habría que señalar que ese artículo primero de los estatutos que he estado citando define a Acción Nacional como una asociación de ciudadanos en pleno ejercicio de sus derechos. Asociación de ciudadanos, no de políticos. Que bueno que haya entre nosotros, personas dedicadas a la política, ojalá que sean las mejores, pero ésta no es una asociación de profesionales de la política. Aquí tenemos ciudadanos dedicados a las más diversas actividades, trabajadores del campo y de la ciudad, personas dedicadas a la enseñanza en los distintos grados, artistas, amas de casa, profesionistas, empresarios, toda la gama de las actividades, entre éstas, la política.

Estas actividades, estas profesiones se ejercen fuera de las estructuras del partido. Aquí, dentro de Acción Nacional todos tenemos una sola ocupación, una sola profesión, una de las más altas profesiones, la profesión de ciudadano y entre nosotros no hay más diferencias que las que establecen los estatutos transitoriamente, tienen carácter transitorio y que nosotros sancionamos con los procedimientos internos del partido.

Aquí no hay más diferencias que las diferencias de tipo transitoria y estatutaria entre quienes dirigen y entre quienes no dirigen, pero sería absurdo que alguno de estos profesionistas o de estos trabajadores que formamos a Acción Nacional pretendieran hacer su carrera dentro del partido, tener algún médico que quisiera tener la exclusiva para atender a los miembros de Acción Nacional o algún artesano también con exclusiva.

Lo mismo sucede con los políticos. Los políticos ejercitan sus actividades fuera del partido ganando el apoyo de los ciudadanos, sirviendo a los electores, cumpliendo con sus funciones en los cargos públicos para los que son electos, estos son los criterios que debemos tomar en cuenta en Acción Nacional en el momento en que decidimos apoyar a estas personas dedicadas a la política.

Aquí, repito, todos somos ciudadanos. Este es muy brevemente expuesto el mensaje de civismo de Acción Nacional, las personas que hablarán después de mí se referirán, como dice el anuncio, a la victoria cultural del partido. Yo simplemente quiero insistir en la importancia del mensaje cívico en estos momentos en que parece que vuelven a tomar en México fuerza otros tipos de caminos para resolver estos problemas.

Desgraciada la sociedad donde tiene más prestigio el guerrillero que el ciudadano. Mal anda la sociedad donde las armas tienen más fuerza que los votos y mal anda la democracia donde las organizaciones militares prevalecen sobre las organizaciones civiles.

Que como este acto se repitan muchos en toda la República, que son el anuncio del camino civil que es el que escogemos los ciudadanos miembros de Acción Nacional.