jueves, 11 de agosto de 2011

La etica del perdon Tercera Parte


EL ESTADO

El Estado, me voy a limitar a dos aspectos: El Estado Social y el Estado de Bienestar, con reflexiones que van como botellas de naufrago y espero le sean útiles. No están completas. No las he terminado. Quizá un día tanga el tiempo y la serenidad para darles arquitectura de libro. Por ahora no. Las aviento aquí un poco irresponsablemente, porque más vale que vayan circulando.

El Estado Social garantiza a los trabajadores protección social frente a eventos individuales. El Estado Social no es socialista. Fue un invento de Bismark. Lo puso en práctica Franco. El Estado de bienestar por su parte, eleva el trabajo a derecho individual, fundamental. Pero como no puede cumplir con el pleno empleo, mantiene al desempleado o lo ayuda. Sin embargo solo puede proporcionarse el Estado de Bienestar si hay Estado de pleno empleo en el que la falta de trabajo es completamente excepcional y también ilegal. (Paréntesis: el problema de que un Estado se proponga el pleno empleo, es que se logre. Entonces, hay veinte gentes que cuidan una estatua: tienen empleo. Los países socialistas eran de pleno empleo y vean donde acabaron: en el desempleo pleno).

Yo reo que hoy en día hay que tener mucho cuidado, con miras a lo que nos viene, de andar haciendo propuestas políticas de pleno empleo. Son de imposible cumplimiento en la situación hasta en los países más desarrollados. Y por tanto, cuando llega al poder el que ofreció empleo, decepciona y no solamente se lo cargan a él como político mentiroso, sino a la política y a las instituciones políticas democraticas.

Cada vez es menos posible y el Estado cada vez podrá financiarlo menos. Es una promesa incumplible, que genera descrédito político y desprestigio democrático. Sería mucho mejor plantear la verdad de las cosas económicas y laborales, que andarle haciendo al demagogo, al sofista. Porque lo que nos llevamos entre las patas es la democracia. Votaron por el pleno empleo que prometimos; no hubo pleno empleo:¿Para qué volver a votar, para que volver a creer, para que volver a intentarlo?


MÉXICO Y LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN

Relacionados con todo esto están los procesos de integración. Yo creo que el destino de México es integrarse. Que en esta integración no se puede olvidar los tres mil kilómetros de frontera con los Estados Unidos y más allá con Canadá, pero hay que articular las dialécticas integradoras a las que México puede asociarse. Fundamentalmente la de Mercosur, porque es de cultura y de comercio. En 1942, un señor que se llamó Spykman, planteo para América latina el famoso dilema que era: “o tiene América latina una unidad retórica –en el mal sentido de la palabra- pero sin base económica que la sustente, y entonces completamente evaporable”, o tiene “una integración comercial destructora de sí misma”.

Mi convicción es que la lógica meramente comercial –tipo TLC- si bien es inevitable, es peligrosa y solo puede contrapesarse contra la integración hacia el Mercosur. Y además los procesos de integración suponen y exigen democracia porque solo la democracia puede comprometer colectivamente un futuro. Y aquí advierto los problemas que tenemos de integración hacia el norte. Las integraciones son procesos de largo plazo. Europa está en esto desde los años cuarenta con infinidad de problemas, pero ahí va: es el modelo mejor acabado de integración en curso. ¡Cómo demonios un proceso de largo plazo de integración puede estar sujeto a las aventuras cuadrienales de la política electoral de los Estados Unidos!

Recientemente, en una reunión con inversionistas norteamericanos que andaban preocupados con esto, les dije: “El problema no es nuestro. El problema es de ustedes que cada cuatro años ponen en discusión todo otra vez y, demagógicamente, alteran todas las condiciones de la relación por el interés parroquial y provinciano de una curul”. Con este tipo de miopes se decide la política mundial. Tenemos que ser muy cuidadosos en esto. Y aquí viene la otra reflexión relacionada con la política.

Lo único que puede encauzar un proceso de integración, de globalización como en el que estamos y vamos a tener que estar –porque es impensable un país aislado del planeta hoy día- es que haya una política nacional. Y precisamente hoy, tenemos ametrallada a la política con sofismas estrepitosos. Hay crisis en los partidos, comentan los mismos que dicen que aquí no hay partidos. Entonces, uno se pregunta: ¿De dónde salen los náufragos cuando no hay barco? ¿Cuál es el sujeto de la crisis? Dicen: “Bueno, lo que más o menos se parece a un partido es el PAN. Los demás no son partidos”. Estamos de acuerdo. Luego dicen que hay crisis de los partidos, y por tanto es necesario que la “sociedad civil” se ocupe. Lo que compete es hacer amigos, es hacer partidos políticos para que haya un sistema de partidos en vez de estar jugando con cierto tipo de organizaciones políticamente irresponsables. ¿Quiénes las forman? Veinte gentes que se reúnen en una casa y que deciden entre sí y por sí, que representan a toda la sociedad porque ellos no están en ningún partido político. Auténticamente aseguran que no tienen los vicios de los políticos ambiciosos, corruptos, mentirosos, etc.. Y automáticamente todo lo que está en un partido político es para ellos digno de sospecha.

Pero nosotros los panistas que estamos en un partido que nos ha dado mucho trabajo hacer por muchos años, y que no lo hicimos sin, ni en contra de ciudadanos, no podemos admitir esto gratuitamente. Somos el último reducto de la política en este país y tenemos que hacer un esfuerzo denodado por salvarla porque si no, iremos hacia esa informalidad que acaba siendo el imperio de las mafias, de los grupos de presión, de los grupos armados, de los narcos, de los delincuentes, de los ricos, de las minorías profesionalizadas. Hoy en día no hay mejor negocio en los Estados Unidos que constituirse en minoría. En seguida hay fondos. Y hoy en día no hay mejor negocio en la política que declarar que uno no es político sino ciudadano; inmediatamente las grandes fundaciones de las empresas transnacionales dan dinero: ¿Por qué será? ¿No se les ha ocurrido pensar que hay alguien que tiene interés en que no haya política, porque necesita que no haya Nación?

Nuestro partido político se llama Acción Nacional y es y quiere ser, y debe ser partido político y no puede jugar con esto, porque la globalización sin política nacional es el arrasamiento.

Porque la integración sin política nacional es la destrucción del país. Es la prescindibilidad de los pobres; no su contingencia, sino su liquidación. Es la pescindibilidad de quien disienta del gran modelo globalizador. Y esta es una tarea central para los legisladores de Accción Nacional: la operación de salvamento de la política, de lo político, del partido; de los partidos y del Congreso.

Esto es valido hoy más que nunca, pues los grandes capitales del mundo han hecho una opción preferencial por los pobres. Wall Street invirtió en China muchas veces más dólares que en Rusia. Es que la dictadura da serenidad, da tranquilidad al capital y el trabajo esclavo es enormemente productivo y rentable. Cuidado. No nos permiten a nosotros la incertidumbre democrática en la que ellos viven tan felices y tan ricos. Si no nos la damos nosotros, no nos la van a regalar.

Durante la campaña presidencial del 94 venían los señores de Wall Street al partido y nos decían “Habrá incertidumbre en los mercados si gana el PAN”. Les respondíamos que no sería algo distinto si en España ganara el PP, en Estados Unidos los republicanos, en Canadá los conservadores. ¿Por qué ellos sí pueden tener incertidumbre democrática y nosotros no? ¿De qué privilegio gozan? ¿Es que la democracia es un privilegio más de quienes ya son ricos? ¿Es que la incertidumbre sóla la puede permitir el que come bien? O ¿Es que nosotros, como seres humanos dignos, no tenemos derecho a tener nuestras propias incertidumbres de las cuáles arranquemos nuestras propias certezas?

No nos van a regalar la democracia. Ni los republicanos ni los demócratas. O la hacemos nosotros o nos ahorcan. Porque para ellos, para ambos, lo que es bueno para General Motors es bueno para los Estados Unidos.

En eso no tiene diferencias. Y es bueno que lo tengamos claro, no para hacer una cruzada, sino para tomar las medidas como partido político nacional que ve por la Nación y que si quiere ver más allá, tiene que ver la patria grande que es América Latina.

En esto se juega el futuro de la Nación, el futuro del Estado y el futuro de la Democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realizar un cierre es ayudar a tu prospecto a tomar buenas decisiones. La mayoría de la gente no sabe como tomar buenas decisiones. Por eso es importante. - ppt descargar

Realizar un cierre es ayudar a tu prospecto a tomar buenas decisiones. La mayoría de la gente no sabe como tomar buenas decisiones. Por eso ...