Manuel Gomez Morin |
1.- Gómez Morín no fue -es evidente que no podía ser- hijo ni alumno de panistas. La lección que trasciende este hecho es que al PAN lo funda una manera de entender al hombre, a la sociedad, al estado, a la nación, a la vida, a la muerte, al trabajo. El PAN es, en síntesis, la expresión política de una cultura que existe antes y existirá después del PAN. Desarrollar, hacer florecer, profundizar esta cultura es condición sine qua non para que el partido exista como algo mejor y mayor que la legítima búsqueda del poder por medios legales y pacíficos, y de la voluntad de ejercerlo democráticamente en orden a la consecución del bien común, de la justicia social y de la libertad política plenas.
2.- Su convicción fue que Acción Nacional era la mejor opción partidista para los mexicanos, pero nunca exigió lealtades al PAN a quienes no eran del PAN. En cambio, fue radical para exigir pleno sentido de pertenencia a quienes compartían su convicción y su militancia, y por eso enseñó a los panistas que cumplir mal un deber partidista libremente aceptado es peor que no asumirlo, e incluso podría ser peor que cumplirlo por coacción. La segunda lección gómezmoriniana es, en consecuencia, la de la responsabilidad a que está sometido el hombre que se compromete libremente.
3.- El instrumento que el maestro diseñó y echó a andar para "convertir el caos en orden" y devolverle a los mexicanos el derecho a esperar, el derecho a soñar, el derecho a luchar por los valores de la democracia, el Estado de Derecho y la justicia social es Acción Nacional. La tarea es hoy más necesaria y urgente que nunca, y es obra de constancia humana, de cotidiana y modesta carpintería política, ajena a demagogias que confían el cambio a los milagros o a las catástrofes.
4.- Gómez Morín fundó una tradición. Los fundadores de tradiciones no miran hacia atrás; por el contrario, a partir de un enraizamiento sin ambages en el pasado, son capaces de elaborar y dejar como herencia una mirada acertada hacia adelante. Sólo así puede entenderse que sigan generando vigencias. La cuarta lección es clara: Acción Nacional tiene el reto y el deber de fundar hoy la tradición del México del mañana, es decir, su tarea no es la de administrar recuerdos sino la de crear esperanzas.
5.- Una de las primeras palabras de Gómez Morín a los panistas, en las "históricas jornadas" de la fundación, hace setenta y tres años, fue para reconocer que en Acción Nacional cabe la diferencia entre inteligencias, pero no la disociación de los corazones. Herencia del fundador es precisamente la voluntad de concordia entre los panistas, legado suyo es la magnanimidad en la oposición, en el gobierno y en el interior del partido. Y el método de la concordia y la magnanimidad es la referencia constante a los motivos espirituales de la obra común. No hay democracia sin benevolencia, sin cortesía, sin corrección políticas internas. Es ésta la quinta lección de don Manuel Gómez Morín.
6.- El fundador del partido supo retirarse en tiempo y forma, para dejar paso y lugar a lo que él mismo llamó "nuevas capacidades y métodos y vocaciones nuevos", "hombres nuevos y nuevas aptitudes". Lejos del maestro la concepción de los cargos partidistas como una especie de concesión a perpetuidad para un grupo reducido, y más lejos aún de él los aferra-mientos al poder interno y a los cargos públicos. No es posible, ni cierto, ni debido generalizar, pero se alcanza a ver que, en algunos ámbitos del PAN, hay dirigentes que monopolizan sitios en las directivas de la institución y en los puestos de elección popular; o funcionarios públicos electos que tratan de invadir y someter a los órganos del partido. Lejos también de don Manuel -quien siendo fundador y guía rechazó ser caudillo o jefe máximo-, "el prejuicio deliberado, la extraviada pasión" o el "apetito personal" que siempre pueden ser y en ocasiones son factores de enturbiamiento de la vida interna de Acción Nacional.
En el año de 1956 en la campaña a la gubernatura de Michoacán,acompañan: Juan Gutiérrez Lascuráin, Ezequiel Correa Medina,María Ignacia Mejía,,Ana Elena y Francisco Javier Estrada Sámano en la campaña a la gubernatura de Michoacán en la ciudad de PÁtzcuaro.Que bonitos recuerdos de nuestros fundadores.
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